Canto a Inanna

En clase de literatura universal, la profesora nos ha leído uno de los primeros textos firmados de la historia llamado Canto a Inanna, dedicado a la diosa sumeria Inanna.

Quería hacer una comparación con una oración dedicada a Jesús y compararlas brevemente después. Aquí os dejo ambas oraciones:

CANTO A INANNA

Reina de todos los poderes concedidos
Desvelada cual clara luz
Mujer infalible vestida de brillo
Cielo y tierra son tu abrigo
Eres la elegida y sacrificada, Oh tú
Grandiosa por tus galas
Te coronas con tu bondad amada
Suma sacerdotisa, eres justa
Tus manos se aferran a los siete poderes fijos
Mi reina, la de las fuerzas fundamentales
Guardiana de los orígenes cósmicos y esenciales
Tú exaltas los elementos
Átalos a tus manos
Reúne en ti los poderes
Aprisionándolos en tu pecho
Escupes cual depravado dragón
Con tu veneno llenas la tierra
Aúllas como el dios de la tormenta
Cual semilla languideces en el suelo
Eres río henchido que se precipita bajo la montaña
Eres Inanna
Suprema en el cielo y la tierra



ORACIÓN A DIOS

¡Mi Señor y Dios, tú eres tan bueno! 

Gracias por la bendición de poder ver este nuevo día. 

Gracias por mi familia y por la salud que nos das. 

Acompáñanos en este día mientras realizamos cada una de nuestras tareas y ayúdanos a dar lo mejor de nosotros para tu gloria y tu honra. 

Queremos que seas exaltado en todo lo que hacemos, Padre amado.

Señor, queremos vivir para ti hoy y cada uno de nuestros días. 

Queremos obedecerte y vivir conforme a tu voluntad.

 Nuestro gran deseo es agradarte en todo lo que hacemos. 

Ayúdanos, por favor, a ser de bendición para todos los que nos rodean.

Bendícenos hoy y cuídanos a mí, a mi familia y a todos los que amamos, Padre. 

En tus manos estamos. 

Danos un día lleno de paz, por favor.

 En el nombre de Jesús, amén.


La similitud más evidente y la única que se puede hallar a simple vista es la exaltación en ambos casos de la figura del dios al que le dedican la oración, bien sea alabando sus poderes ("Reina de todos los poderes concedidos" y "Gracias por la bendición de poder ver este nuevo día") o remarcando lo grandiosos que son ("Suprema en el cielo y la tierra" y "¡Mi Señor y Dios, tú eres tan bueno!").

Sin embargo, la diferencia más clara entre ambos textos se puede ver en el objetivo de la oración, si bien en el canto a Inanna solo resalta la figura divina de la diosa ("Mi reina, la de las fuerzas fundamentales" o "Eres la elegida y sacrificada"), en la oración a Dios se pide una bendición para tener un buen día ("Bendícenos hoy y cuídanos a mí, a mi familia y a todos los que amamos, Padre") después de alabar brevemente su figura de dios y agradecer su obra divina ("Gracias por mi familia y la salud que nos das").

Ariadna Ramírez Rivas

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