Frankenstein (Mary Shelly)

 En literatura universal hemos leído un fragmento del libro de Mary Shelley Frankenstein. Aunque no me ha gustado especialmente, si quiero compartir una reflexión.

El texto que nosotros leímos estaba dividido en dos partes:

En la primera de ellas se mostraba el desagrado y el arrepentimiento que sentía el creador de la criatura al ver el resultado final, ya que a pesar de haber seleccionado sus rasgos por hermosos (como dice el texto) no le resultaba bello después de unirlos.

En la segunda parte nos muestra como se siente la criatura. En un primer momento se siente confuso, triste y dolido. Está solo ante un mundo desconocido, no hay nadie que le haya enseñado que es el sol o la nieve, por eso se sorprende de cosas tan cotidianas. Se asemeja mucho a un niño pequeño que va aprendiendo poco a poco. Tristemente al llegar al pueblo, es atacado por los habitantes y herido se refugia en un pequeño cobertizo que aunque no aislé del viento si refugia de la lluvia o la nieve.

Desde prácticamente su creación fue rechazado por su propio creador, con lo cuál no es raro para él que personas totalmente ajenas se asusten y le discriminen. De igual manera esta aprendiendo cosas tan básicas como la naturaleza o el frío, pero no hay nadie que se lo enseñe ya que nadie lo quiere.

Todo esto me ha hecho pensar en lo solas que se pueden sentir algunas personas a las que la gente no les ha dado una oportunidad. Si alguien le hubiese hablado a la criatura o le hubiese preguntado como se sentía, dejando a un lado su aspecto, ese sentimiento d soledad y tristeza hubiese desaparecido. Por eso no hay que juzgar a nadie por su aspecto.


Ariadna Ramírez Rivas

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