NO SABES CUANDO PARAR.

En la clase de literatura universal de hoy, hemos leído un poema de Anna Ajmátova conocido como Hay en la intimidad un límite sagrado:


ANA AJMÁTOVA.


Hay en la intimidad un límite sagrado
Que trasponer no puede aun la pasión más loca
Siquiera si el amor el corazón desgarra
Y en medio del silencio se funden nuestras bocas.

La amistad nada puede, nada pueden los años
De vuelos elevados, de llameante dicha,
Cuando es el alma libre y no la vence
La dulce languidez del goce y la lascivia.

Pretenden alcanzarlo mentes enajenadas,
Y a quienes lo trasponen los colma la tristeza.
¿Comprendes tú ahora por qué mi corazón
No late a ritmo debajo de tu diestra?



Este poema no ha sido especialmente interesante para mi y realmente no me ha generado mucha curiosidad pero, a mi forma de interpretarlo, esconde un significado muy importante. A mi parecer, este poema trata sobre lo difícil que es entrar en la intimidad de las personas, ya que es una zona de nosotros mismos que solo nosotros conocemos y que siempre parece que queremos proteger del resto. Estoy de acuerdo con la voz poética cuando dice "La amistad nada puede, nada pueden los años", creo que es cierto que por mucho tiempo que pases con una persona no vayas a abrirte lo suficiente como para tener intimidad con esa persona, se puede dar el caso de que los años creen intimidad, pero en mi opinión no tiene nada que ver con el tiempo.

Para intimar con alguien no tiene por que haber pasado mucho tiempo, ni haber habido una amistad previa. Lo que crea esa confianza es el vínculo que se cree con la persona, ese vínculo puede llevar muy poco tiempo forjado. Todos tenemos a una persona a la que hablamos por encima del resto aunque no compartamos nuestro lado más sensible con nadie y muchas veces hay otra persona a la que conocemos desde hace muchísimo tiempo y con la que no tenemos tanta intimidad. 

Para mi, la intimidad es difícil de conseguir y no es algo que el tiempo o la amistad consiga siempre, es algo más complicado que depende de la persona a la que te dirijas o con la que estés y de lo que significa para ti.

He escrito un poema inspirado en el de Anna Ajmátova utilizando la primera frase y título del mismo, que quería compartir:

NO SABES CUANDO PARAR.

Hay en la intimidad un límite sagrado
nunca se sabe cuando se traspasa,
no hay normas para él
y no siempre se alcanza.

No sabes cuando parar,
aunque diga basta
no me busques tanto
tu insistencia me gasta.

Aunque sepas de mi por años
no entrarás en mi franja
finges saber de mí pero, 
la intimidad es franca.






Alana Huertas Díaz

Comentarios

Entradas populares