TRISTEZA
Hemos leído en clase de literatura universal un fragmento de un ensayo de Montaigne llamado De la tristeza que, como ya indica, habla sobre la tristeza:
DE LA TRISTEZA. MONTAIGNE.
Yo soy de los más exentos de esta pasión y no siento hacia ella ninguna inclinación ni amor, aunque la sociedad haya convenido como justa remuneración honrarla con su favor especial; en el mundo se disfrazan con ella la sabiduría, la virtud, la conciencia; feo y estúpido ornamento. Los italianos, más cuerdos, la han llamado malignidad, porque es una cualidad siempre perjudicial, siempre loca y como tal siempre cobarde y baja: los estoicos prohibían la tristeza a sus discípulos.
Cuenta la historia que Psamenito, rey de Egipto habiendo sido derrotado y hecho prisionero por Cambises, rey de Persia, y viendo junto a él a su hija, también prisionera y convertida en sirviente a quien se enviaba a buscar agua, todos los amigos del rey lloraban y se lamentaban en su derredor mientras él permanecía quedó sin decir palabra, y con los ojos fijos en la tierra; viendo en aquel momento que conducían a su hijo a la muerte, mantúvose en igual disposición, pero habiendo observado que uno de sus amigos iba entre los cautivos, empezó a golpearse la cabeza a dejarse ganar por la desolación.
Tal suceso podría equipararse a lo acontecido no ha mucho a uno de nuestros príncipes que, habiendo sabido en Trento, donde se encontraba, la nueva de la muerte de-5→ su hermano mayor, en quien se cifraba el apoyo y honor de la casa, y luego igual desgracia de otro hermano menor, la segunda esperanza, y habiendo sufrido ambas pérdidas con una resignación ejemplar, como algunos días después a uno de sus servidores le acometiese la muerte, fue muy sensible a esta nueva, y perdiendo la calma se llenó de ostensible pena de tal modo, que algunos tomaron de ello pie para suponer que no le había llegado a lo vivo más que la última desgracia; pero la verdad del caso fue, que estando lleno y saturado de tristeza, la más leve añadidura hizo que su sentimiento se desbordase. Lo mismo podría decirse del hecho anteriormente citado, y la historia lo comprueba: Cambises, informándose de por qué Psamenito no se había conmovido ante la desgracia de su hijo ni la de su hija, sufrió dolor tal al ver la de uno de sus amigos: "Es, respondió, que sólo el último dolor ha podido significarse en lágrimas; los dos primeros sobrepasaron con mucho todo medio de expresión."
Me parece que se relaciona con estos ejemplos la idea de aquel pintor de la antigüedad que teniendo que representar en el sacrificio de Ifigenia el duelo de los asistentes según el grado de pesar que cada uno llevaba en la muerte de aquella joven hermosa e inocente, habiendo el artista agotado los últimos recursos de su arte, al llegar al padre de la víctima le representó con el rostro cubierto, como si ninguna actitud humana pudiera expresar amargura tan extrema. He aquí por qué los poetas simulan a la desgraciada Niobe, que perdió primero siete hijos y en seguida otras tantas hijas, agobiada de pérdidas, transformada en roca.
Me costó bastante entender el texto y comprender de que trataba y el mensaje que quería transmitir, pero luego me resulto muy sencillo entenderlo. El fragmento trata de como diferentes personas gestionan un sentimiento tan difícil como la tristeza e incluso lo ejemplifica.
Yo siempre he sido una persona muy expresiva y quienes de verdad me conocen me saben leer muy bien, así que nunca he ocultado mis sentimientos o los he disfrazado. Por eso a veces me cuesta entender como otras personas aún sabiendo que sentimientos así les están destruyendo, prefieren guardárselo y no expresarlo. Este fragmento me ha servido para descubrir otras realidades.
En concreto la historia de Psamenito me ha llamado la atención, como va viendo la desgracia a la que esta sometida su familia y llega un momento que se desborda ese sentimiento, esa trsiteza.
Ariadna Ramírez Rivas
Comentarios
Publicar un comentario